LOS ORÍGENES

La chismosa” toma su nombre de una escultura de cerámica de Ayacucho, en los Andes Peruanos que muestra a varias mujeres unidas en un círculo, con sus manos delante de la boca susurrando algo, sorprendidas o quizás cada una riendo de su propia picardía... La chismosa -o la red social primera- es el preámbulo de esta obra que habla de las relaciones humanas en el momento en que más conectados estamos y en que cada vez nos sentimos más solos.

La Chismosa se deja influenciar por otro elemento de la cultura andina para jugar con las máscaras de “los capariches” y “las guarichas” de la diablada de Píllaro en la sierra de Ecuador. Estas son semi transparentes, hechas de malla que forma la cara del personaje y al mismo tiempo deja adivinar los rasgos de quien la porta. Esta ambivalencia nos recuerda a las máscaras “invisibles” con las que decidimos vivir en un pacto con nosotros mismos y con los demás, para mostrarnos y permitirnos ser esos seres definitivos que son nuestros avatares digitales.